ETS

Las ETS son infecciones que se transmiten de una persona a otra por medio del contacto sexual y afectan a hombres y mujeres sexualmente activos de cualquier edad. 

Se han vuelto muy comunes sobre todo en adolescentes puesto que corren mas riesgo riesgo de contraer, es importante averiguar qué puedes hacer para protegerte. 

Son más que un simple episodio vergonzoso. Son un problema grave de salud. Si no se las trata, pueden provocar daños permanentes, como infertilidad e incluso la muerte. 

¿Cómo se contagian?

Uno de los motivos del contagio es que las personas creen que solo pueden infectarse si mantienen relaciones sexuales. Esta creencia es incorrecta. Algunas, como el herpes o las verrugas genitales, pueden contraerse por el contacto piel con piel con un área infectada o una llaga. 

Otro mito sobre las enfermedades de transmisión sexual es que no se contagian a través del sexo oral o anal. Esto también es erróneo porque los virus o bacterias que provocan las ETS pueden ingresar al cuerpo a través de diminutos cortes o desgarros en la boca o el ano, así como en los genitales. 

Las ETS también se propagan fácilmente porque es imposible saber si alguien está infectado. De hecho, algunas personas ni siquiera saben que están infectadas. Estas personas corren el riesgo de transmitir la infección a sus parejas sexuales sin siquiera advertirlo. 

Los siguientes son algunos de los factores que aumentan las posibilidades de que una persona contraiga una enfermedad: 

La actividad sexual a temprana edad
Cuanto menor es la edad en la que se comienza a mantener relaciones sexuales, mayores son las probabilidades de una persona de contraer una. 

Numerosas parejas sexuales
Las personas que tienen contacto sexual (no solamente relaciones, sino cualquier forma de actividad íntima) con muchas parejas diferentes corren un mayor riesgo que quienes permanecen con la misma pareja. 

Sexo sin protección

Los condones de látex son el único método anticonceptivo que reduce el riesgo de contraer una y se deben usar siempre. Los espermicidas, diafragmas y demás métodos anticonceptivos pueden contribuir a prevenir el embarazo, pero no protegen contra las ETS.